Los comercios en litigios que accedan a cumplir con la ley protectora de los discapacitados, no tendrán que pagar los honorarios de abogados de sus demandantes
El Nuevo Día
Lunes, 22 de febrero de 2021 – 12:17 a.m.
Por Marian Díaz
Decenas de pequeñas y medianas empresas, incluyendo franquicias multinacionales, que han sido demandadas por presuntas violaciones a la Ley federal ADA (American with Disabilities Act) podrían no tener que pagar los honorarios de abogados si acceden a cumplir con las disposiciones de dicho estatuto.
La Ley ADA protege a las personas con discapacidad, y en los pasados cinco años, por lo menos, dos centenares de demandas han sido radicadas en el Tribunal federal para el distrito de Puerto Rico, en su mayoría contra pequeños y medianos negocios por supuestamente violar dicha reglamentación federal.
Algunas demandas fueron radicadas por el abogado José Carlos Vélez Colón en nombre de sus representados, quienes alegaron encontrar dificultades para acceder a esos negocios por tener barreras arquitectónicas, lo que prohíbe la Ley ADA. En varios casos, el abogado envió cartas a los dueños de negocios solicitándoles una cuantía de dinero para evitar ser demandados en la esfera federal.
Varios comerciantes por miedo a un pleito pagaron. Mientras, otros prefirieron que se viera la demanda en corte, como fue el caso de Panadería España en Isla Verde.
En el tribunal, la panadería pidió que le concedieran 90 días para hacer los arreglos al establecimiento y cumplir con la reglamentación. El tribunal lo concedió.
Vélez Colón entonces desistió del caso sin perjuicio; pero dos días después radicó una moción cobrando $35,000 por honorarios, aduciendo que había ganado el caso. El Tribunal federal le indicó que no era el ganador, puesto que el negocio había accedido a cumplir, y ni siquiera él se había cerciorado de si la panadería, en efecto, cumplió con hacer los arreglos a la estructura.
El abogado recurrió al Primer Circuito en Boston para intentar cobrar su dinero. El caso lo radicó en 2018 y la vista se celebró en enero de 2020. Esta semana el Primer Circuito resolvió el caso y confirmó la determinación hecha por el Tribunal de San Juan de denegar el cobro de honorarios a Vélez Colón.
José Enrico Valenzuela, abogado de Panadería España y de otros comerciantes demandados en circunstancias similares, expresó que esta decisión aplica a todos los negocios demandados por violación a la Ley ADA que hayan aceptado corregir las deficiencias de la infraestructura.
“En esencia, esta decisión le pone un freno a reclamaciones de dinero por supuestas violaciones a la Ley ADA”, dijo Valenzuela. “El estatuto federal lo que procura es el cumplimiento con la ley y la decisión establece que si el negocio accede a cumplir voluntariamente, y cumplió, los honorarios de abogados son discrecionales”, sostuvo el letrado.
Valenzuela aconsejó a los empresarios que enfrenten una situación como esta, que contraten un ingeniero para que verifique qué arreglos requiere la propiedad para estar en cumplimiento. Y desde luego, que accedan a realizarlos.
En los tribunales estatales también hay casos similares pendientes, según Valenzuela.
Qué requiere la Ley ADA
Todo establecimiento con un local abierto al público está sujeto a la Ley ADA. Esta requiere que toda remodelación o edificación nueva realizada después del 26 de enero de 1993, se construya sin barreras arquitectónicas. Si se construyó antes de esa fecha, deberá remover la barrera, si fuera fácil hacerlo.
Entre los ejemplos de barreras arquitectónicas figuran: tener solo escalera para entrar al negocio sin proveer una rampa para personas en silla de ruedas; el ancho inadecuado de las puertas de entrada; baños con cubículos donde no caben sillas de ruedas; falta de estacionamientos de impedidos; y aceras con pendientes muy inclinadas.
La ley aplica a hoteles, paradores, restaurantes, barras, cines, centros de convenciones, supermercados, colmados, barberías, oficinas médicas, farmacias, hospitales, bancos, museos, parques, zoológicos, escuelas, universidades, égidas, gimnasios, boleras, campos de golf, centros de belleza, y malls, entre otros.
Fuente: El Nuevo Día